Esto que voy a contar a continuación le pasó a la prima de la ex-compañera de piso de mi ex-prima, y, a pesar del trabalenguas, os juro que es una historia totalmente verídica:
Resulta que la chica en cuestión se compró una serpiente hace un tiempo, y, todavía no sabemos muy bien por qué, por las noches dejaba que saliera del terrario para que vagara libremente por la casa. En una de sus visitas al veterinario, le comentó, muy preocupada ella, que hacía tiempo que la serpiente había dejado prácticamente de comer, y que, en vez de dormir enroscada como era lo habitual, dormía en su cama, a su lado, toda estirada.
- Te lo comento más que nada porque me sorprende el cambio de costumbres, a ver si va a estar mala o algo.
- No está mala, pero me temo que vamos a tener que matarla.
- ¡¿Por qué?!
- Porque se está preparando, te está midiendo para comerte.
La serpiente, como os podéis imaginar, fue sacrificada a los dos días.
domingo, julio 30, 2006
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6 comentarios:
Pero no dormía en su cama, dormía en el suelo, junto a su cama
Da lo mismo, acojona igual.
Ya te digo que acojona, cada vez que lo pienso me pongo mala. Imagínate, te levantas y ves ahí al bicho, qué horror.
Joder, seguro que había leído El principito.
A mi de culebrillas...sé la leyenda urbana de la mujer que se sentó a hacer de lo suyo en la taza del W.C...y ´recibió la visita de una culebra que se había escapado por la cloakas...
PD: Sí, lo sé...soy un cabrón :P
XD, acojona y descojona a la vez, qué bicho más malo!! Y qué morro!
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