Grainne ha llegado a casa a las tantas, después de una cena a lo tzatziki que más tarde le pasará factura. Está muuy cansada, pero no tiene más remedio que quitarse las lentillas y desmaquillarse, qué remedio. La teoría dice que quitarse las lentillas es más fácil que ponérselas, pero no ha nacido teoría que Grainne no pueda rebatir (sobre todo porque es la tercera vez en su vida que se pone unas lentillas).
Riéndose de sí misma por la absurda postura en la que una se pone para quitarse lentillas (bastante parecida a la que se utiliza para ponerse el rímel), se pone a la tarea. Después de cuatro intentos, por fin consigue sacar la lentilla del ojo, con tan buena fortuna que se cae en el mármol del lavabo.
- “¡Pero que manitas tienes!” se dice Grainne a sí misma.
- “¡No lo sabes tú bien!” se responde cuando, al ir a cogerla, se le cae al suelo del baño.
Grainne se acuerda de todas las películas americanas que ha visto en las que algún personaje pierde una lentilla, así que, procurando no poner los pies en el radio de caída, se tira al suelo a cuatro patas y se pone a buscar. Una no sabe lo complicado que es buscar una lentilla en el suelo del baño hasta que tiene que hacerlo con un ojo sin lentilla y el otro con. En este momento lo más lógico es que se hubiera quitado la otra lentilla y se hubiera puesto las gafas para la búsqueda, pero Grainne no ha nacido para seguir la lógica de los hombres. No, lo que hace es ponerse las gafas, cerrar el ojo con lentilla, y empezar a escanear el suelo. Es incómodo, arduo y un poquito asqueroso, pero Grainne al final consigue encontrar su lentilla, quitarse la otra y desmaquillarse, todo eso sin que nadie se entere.
El problema, piensa Grainne mientras se mete en la cama, es que esto es madera de blog.
6 comentarios:
bah!!! Hasta que no la pierdas dentro del ojo como una servidora...
Sí, a mí una vez se me fue hacia atrás, pero se arregló. Y lo del lavabo, uf, eso también me lo se.
Jajajaja. Mi prima era la especialista en perderlas y yo la especialista en encontrárselas.
Mi mejor rescate: un noche en la peña, en plenas fiestas del pueblo, luz mínima, suelo costroso y lleno de mierda y la lentilla entre dos bidones de cerveza.
Joder, sólo de pensar en volver a ponerse esa lentilla... uf!
sí, o sea, eso no se arregla ni con quince kilos de líquido de lentillas...
Jajaja
Te olvidas de comentar el rastreo que hay que hacer cuando se te cae en la pica del lavabo...que bonito es aquello de tocar todas y cada una de las gotitas de agua para ver cual se te pega en el ojo...
Algun dia escribirré sobre..."El dia que a Pol se le cayó la lentilla en el lavabo de uuna discoteca...y de tíossss!!Cómo la encontró y se la volvió a poner..."
Y lo que os estais preguntando...No, no trabajo en la ONCE despues de aquello. Aun veo!! ;)
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