Una de está de preparativos pre-boda y de preparativos pre-reunión de la A.P.O.I.P. Y esos son muchos preparativos, sobre todo cuando entre ambos eventos va a haber un solo día de diferencia. Que digo yo que como este año toca disfraz de personaje de terror, me bastará con no desmaquillarme, porque no quiero ni imaginar el careto que se me quedara después del bodorrio, con pelos de loca, resaca y el maquillaje hasta el suelo. Ni George A. Romero lo haría mejor.
El caso es que ando como loca buscando un pelucón que cualquiera diría que era fácil de encontrar (según las normas de la APOIP no puedo revelar la identidad de mi personaje, sorry), pero no, y me está trayendo por el camino de la amargura (la verdad es que si no sabeis que estoy buscando os tiene que importar tres pepinos mis cuitas, pero, bueno, vosotros os solidarizais y ya está).
Y ya que estoy también ando mirando vestidos de boda, porque aunque ya tengo uno en reserva no quiere decir que una se tenga que quedar si jugar a las compras (irse de boda y no probarse cuatrocientos ventitrés vestidos no tiene gracia). Así es como encontré un vestido superidealdelamuerte, negro con escote de los a mí me gustan, de esos en los que los tirantes se atan al cuello. El problema era que era una talla más pequeño, y claro, valerme me valía, pero una no se puede meter en una iglesia y sacarle el ojo al cura con una teta, no sería muy cristiano (¿no?).
Y todavía me quedan los zapatos y averiguar que c*** hacemos con la pelu, y conseguir la oveja para meterla en el coche de novios (ups, se me ha escapado), y errr, bueno, que ando un poco agobiailla.
Menos mal que mañana sale el libro de Harry Potter en español (Harry Potter y el Misterio del Príncipe, para quien viva debajo de una piedra y no se haya enterado), y podré desahogarme dando saltitos por la Casa del Libro, con mis gafas de Harry y la bufanda de Gryffindor por bandera. Yo pensaba "bueno, ya me lo he leído en inglés, ya hice el cafre en Londres, no me va a hacer ilusión que salga en español". Ja. Nunca subestimes a un fan, sobre todo si el fan eres tú y pasas al lado de una librería que tiene un reloj de cartón en plan cuenta atrás, y con todo el techo lleno de cartelitos con la portada del libro, que te dicen "Grainne, no luuucheees, sabes que quieres haceeerlo". No tengo la suficiente fuerza de voluntad como para resistirme a papeles que hablan, así que allí estaré, intimidando a los críos que se nos pongan por delante, que como se pongan chulos les suelto a Fridwulfa y les cuenta el final (MUAHAHAHA). ¿Lo mejor de todo? Que tengas amigas tan fanáticas como tú que no sólo no te miren raro, sino que se presten alegres a acompañarte. Porque no lo olvideis, nosotras molamos y vosotros no. Hala.
miércoles, febrero 22, 2006
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2 comentarios:
Aclara que la que te acompaña es otra, no yo. Pero vamos, si hace falta ir a reventarle el final del libro a unos cuantos niños hiperactivos y repelentes, pues no-problem, una vea, se sube a la mesa más gran y grita a los cuatro vientos: "MOCOSOS; CAPULLOS; QUE SEPAIS QUE EN ESTE SE MUERE ******"
Y tan pancha, oyetú.
Soy yo, soy yo, la amiga igual de loca. Como les digamos quien se muere, hay más de un infarto y ya podemos salir por pies en cuanto reaccionen... pero que quede claro que hoy no me vuelvo a casa sin el libro. Caiga quien caiga. Si tengo que pisar, empujar y morder, pues piso, empujo y muerdo.
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